Los jóvenes
recién amanecidos, se habían coleado en una fiesta de graduación en el Círculo
Militar, piden en la Arepera "Mayantigo "su arepa
"medioluto""(caraotas y queso), un borracho definitivo solicita
un "nervioso"(mondongo. Al frente en la planta baja del Hotel
"Excelsior" los chinos preparan la comida para el primer Restaurante
de su especialidad en Valencia, "El Asia". Todas las habitantes de la
ciudad habían probado los pollos asados y sus respectivas hallaquitas de
"Asados El Bosque", debajo lo que es hoy la parte oeste del Elevado
"El Viñedo". Los ciudadanos de las décadas del 60 y 70 (siglo 20)
sabían donde comer bueno, barato y sabroso. Los niños que iban al centro de la
ciudad, sufrían pataletas si no les daban helados de "Crema Polar,"
una costumbre que luego suplantó Concetto Di Tomasi con su Heladería
"Olimpia". Pocos ignoraban que, en la esquina de Cruz Verde en la
Pastora Valenciana, se vendían afuera unos ricos perros y dentro del local unos
exquisitos jugos de frutas en "Mi Juguito". Su dueño hombre huraño,
afirmaba que no eran jugos, "son néctares". Se dice que en Carabobo
no se vendieron unos "perros calientes" más deliciosos y baratos que
los de "Víctor" al lado de la Iglesia el Viñedo. Pero si de pizzas se
trataba, "La Toscana" al lado del Club de la "Pepsi Cola"
no tenían rival, su dueño luego instaló el negocio dentro de los terrenos de la
Plaza de los "Inmigrantes "en Guaparo a cambio del cuido de la misma
(¿están cumpliendo?). Cualquier adolescente deseaba probar las merengadas o batidos
acompañados de hamburguesas (de verdad) del "Oh Que Bueno" en la
entrada principal de la Urb "El Viñedo" o en su defecto "El
Cubanito" con el mismo menú. Existen muchísimas fotos de las colas de
clientes esperando un "Dia de las Madres" su paella en "La
Pilarica" en el edif. Los Cospes en la calle Colombia. Y para los
paladares ítalos estaban a la orden las pastas del "Módena" y el
"Véneto" (todavía funcionan). Ahora si un visitante exigía una comida
criolla, no quedaba otra opción que llevarlo al restaurant "La Línea"
por San Blas. Un reconocido experto en gastronomía, editor de la revista
"Exceso", Benjamín Flimart, afirmó: en Valencia lo único que vale la
pena son las tostadas crujientes de "Perecito", por supuesto hubo
protestas.
Luego se impuso la colonización del
gusto y la comida "chatarra" instaló su dictadura. Ah malaya los
tiempos del restaurante "Madrid", funcionaba en donde levantaron ese
edificio conocido como “Torre Victoria".
* Escrito
por Douglas Morales P.
* Ilustraciones de Marcelino Juarez