martes, 19 de marzo de 2013

El Parque Nacional Morrocoy

El Parque Nacional Morrocoy se encuentra en el estado Falcón, al noroeste de Venezuela, entre las poblaciones de Tucacas y Chichiriviche. Se extiende tanto por zonas terrestres como acuáticas del golfo Triste y contiene una zona de manglares y gran cantidad de islotes o cayos entre los cuales se encuentran: Borracho, Muerto, Sombrero, Sal, Las Animas y Peraza, entre otros, con playas espectaculares de arenas blancas como playa Mero, Paiclas, los Juanes, Playuela, Tucupido, Playa Azul, Boca Seca y muchas mas.
El Parque Nacional Morrocoy, por sus distintos ecosistemas, variedad de playas, cristalinas, cayos espectaculares es un fabuloso destino para los que buscan disfrutar plenamente un ambiente lleno de sol, blancas arenas, distintos oleajes. También se puede disfrutar debajo de estas aguas del mar Caribe, corales y peces que ofrecen todo su esplendor a los submarinistas.

Cayo El Sombrero

Atardecer

La Playuela

Punta Brava

Playuela

El Sombrero

El Sombrero

viernes, 15 de marzo de 2013

Orquídeas Venezolanas

La Orquídea venezolana es originaria de la Cordillera de la Costa. El 23 de Mayo de 1951, por decreto oficial y luego de una exhaustiva investigación de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales fue declarada como la flor nacional. Se le conoce popularmente como Flor de Mayo porque en el siglo XIX el pueblo la utilizaba para adornar la "Cruz de Mayo".
En Venezuela existen entre 2.000 y 3.000 especies de orquídeas, su belleza e inusual forma la han hecho acreedora de calificativos como el de la “mejor flor del mundo”. Desde la cordillera de la Costa hasta el monte andino, podemos ver florecer esta especie.
Cuenta una leyenda, que una cálida mañana apareció en las costas de Java una diosa recubierta con un delicado y perfumado chal. Paseaba plácidamente por un bosque de sándalos, robles, castaños y magnolias, donde los rayos del sol se filtraban entre las ramas de los árboles disipando las sombras de la noche. Al desaparecer la diosa, quedó sobre una rama el delicado chal, en cuyos pliegues jugaban las sombras y la luz. El chal se transformó en una hermosa y misteriosa flor, la orquídea, una de las más bellas y delicadas de la naturaleza. La planta murió cuando los hombres, sin delicadeza alguna, la pisotearon dejándola en el suelo. Sólo la bondad de la diosa pudo hacer revivir los gérmenes que quedaron, a fin de que en el mundo, desde entonces florecieran para admiración de todos los seres que a él pertenecían. Hoy, son flores de salón, de lujo, pero ayer las juntaban los hombres y las mujeres del pueblo en grandes ramos para ofrenda a sus dioses.